Cheesecake de Oreo: Postre cremoso y crujiente

🍰 Introducción

El cheesecake de Oreo es una versión moderna y divertida del clásico cheesecake neoyorquino, con un toque de nostalgia gracias a las galletas Oreo. Su base crujiente, su relleno cremoso y su textura ligeramente granulada por los trozos de galleta lo convierten en un postre que encanta tanto a niños como a adultos. Ideal para fiestas, cenas familiares o simplemente para consentirte un domingo por la tarde. Con esta receta, lograrás un resultado profesional sin necesidad de horno — ¡sí, es un cheesecake sin cocer!

⏱️ Tiempos de Preparación

🛒 Ingredientes

Para la base:

• 200 g de galletas Oreo (aproximadamente 15 unidades)
• 70 g de mantequilla sin sal, derretida

Para el relleno:

• 500 g de queso crema (tipo Philadelphia) a temperatura ambiente
• 150 g de azúcar glass
• 200 ml de nata para montar (35% MG)
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 100 g de galletas Oreo, trituradas (para mezclar en el relleno)

Para decorar (opcional):

• Galletas Oreo enteras o troceadas
• Chocolate negro derretido
• Virutas de chocolate

🍴 Pasos de Preparación

Paso 1: Preparar la base

1. En un bol, coloca las galletas Oreo (sin relleno, si prefieres una base más neutra, aunque puedes dejarlo si te gusta el sabor a crema). Tritúralas con un mortero, un rodillo o en la batidora hasta obtener una textura fina y arenosa.
2. Añade la mantequilla derretida y mezcla bien con una cuchara o espátula hasta que la mezcla se vuelva homogénea y ligeramente húmeda.
3. Forra un molde desmontable de 20 cm de diámetro con papel film o papel de hornear (esto facilitará el desmoldado).
4. Vierte la mezcla de galletas en el molde y presiónala con la parte plana de un vaso o una cuchara para que quede bien compacta y uniforme. Asegúrate de cubrir también los laterales si lo deseas.
5. Lleva el molde a la nevera mientras preparas el relleno.

Paso 2: Preparar el relleno

1. En un bol grande, coloca el queso crema a temperatura ambiente. Con una batidora de varillas o una espátula, bátelo hasta que esté suave y sin grumos.
2. Añade el azúcar glass y la esencia de vainilla. Mezcla bien hasta integrar completamente.
3. En otro bol, monta la nata con una batidora eléctrica hasta que forme picos firmes. No la montes demasiado, debe mantenerse cremosa.
4. Con movimientos suaves y envolventes, incorpora la nata montada al queso crema. Utiliza una espátula de goma y no batas con fuerza para no perder aire.
5. Añade los 100 g de galletas Oreo trituradas y mezcla con cuidado hasta que se distribuyan uniformemente.

Paso 3: Montar el cheesecake

1. Saca el molde de la nevera y vierte el relleno sobre la base de galletas. Extiéndelo con una espátula para que quede liso y uniforme.
2. Golpea suavemente el molde contra la encimera para eliminar burbujas de aire.
3. Cubre con film transparente y lleva a la nevera durante al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche.

Paso 4: Decorar y servir

1. Antes de servir, desmóldalo con cuidado. Puedes calentar ligeramente los laterales del molde con un paño caliente o con un soplete para facilitar el desmoldado.
2. Decora con galletas Oreo enteras, troceadas, virutas de chocolate o un drizzle de chocolate negro derretido.
3. Sirve frío, con una cuchara afilada para cortar porciones limpias.

🥗 Información Nutricional

💡 Consejos y Variaciones

• Sin gluten: Usa galletas Oreo sin gluten (disponibles en supermercados especializados).
• Sin azúcar: Sustituye el azúcar glass por edulcorante en polvo apto para repostería.
• Con frutos rojos: Añade una capa de coulis de fresas o frambuesas entre la base y el relleno.
• Con café: Incorpora 1 cucharada de café soluble en polvo al relleno para un toque de sabor intenso.
• Para niños: Decora con virutas de colores o gominolas en lugar de chocolate.
• Para fiestas: Sirve en vasitos individuales para una presentación más elegante y práctica.

Este cheesecake de Oreo es una delicia que no dejará indiferente a nadie. Su combinación de texturas y sabores lo convierte en un postre versátil, fácil de preparar y perfecto para cualquier ocasión. ¡No olvides dejarlo reposar bien en la nevera para que adquiera la consistencia ideal!

¡Buen provecho!